martes, 23 de agosto de 2011

Ékole (León)


Muy cerca de la plaza de San Isidoro está este bar con una pequeña terraza interior. Especializado en tés (a cual mejor), no puede uno irse sin probar el gin té (tú eliges la ginebra y la tónica y qué tipo de té quieres (hay tres variedades, de canela, de caramelo y de fresa).

El Bodegón (Cembranos, León)



A 14 kilómetros de León en dirección a Benavente se encuentra este restaurante - bodega. Son muy grandes y no suele haber problema para conseguir mesa, aunque siempre se puede reservar. Todo está rico: la morcilla (deliciosa y un poco picante), la cecina, las berenjenas rellenas, los pimientos... acompañado todo de un pan de quitarse el sombrero. A veces son un poco lentos, pero el resultado merece la pena.

Flechazo (León)


Nada como pasarse por este pequeño establecimiento para probar un Prieto Picudo y comer unas patatas, con o sin pimentón. Para repetir.

Casa Castro (Algeciras)



Ya con solera, buen sitio para picar algo y tomar unos buenos vinos. El único problema es que es muy pequeño, pero si consigues un hueco prueba cualquiera de las tostas o montaditos.

Mesón Guijuelo (Algeciras)


Pequeño establecimiento en el centro de Algeciras, merece la pena acercarse a probar sus montaditos calientes (hay que pedir que te los hagan así), todos, sin excepción, y sus vinos.

Casa José (Aranjuez)



Exquisito restaurante, tanto por la amabilidad del trato como por sus platos. Destaco las raciones para picar en la barra, el jamón (impresionante) y las delicias de bacalao (solo hay que ver la foto), aunque hay muchas más opciones tan tentadoras como estas. Los vinos con que acompañar los platos están a la altura.

Va de Baco (Madrid)


Entre las plazas de Ópera y Santo Domingo se ubica este restaurante - vinoteca. El trato es agradable y la carta tiene platos originales, como la hamburguesa de rabo de toro, y muy buenos entrantes. El precio medio de una cena puede rondar los 25 - 30 €. También organizan catas de vino.